Disputa en el Liderazgo del Hidrógeno Renovable

por Sergio Martín and Rafael Ortiz | Nov 10, 2023 | Artículo técnico

El pasado 13 de octubre de 2023, Joe Biden anunció en Filadelfia, Pensilvania, los proyectos que gozarán de los fondos del primer America´s Clean Hydrogen Hubs, que ascienden a 8 mil millones de dólares (7.5 mil millones de EUR) de los cuales 7 mil millones de dólares (6.59 mil millones de euros) serán destinados íntegramente para el desarrollo de los distintos valles, financiado por el Bipartisan Infrastructure Law (BIL). Por otra parte, el gobierno estadounidense mediante el Inflation Reduction Act (IRA)  y a través de 370 mil millones de dólares (348 mil millones de euros), de los que 13.17 mil millones de dólares (12.34 mil millones de EUR) se destinarán a hidrógeno limpio. El gobierno de Biden-Harris pretende paliar la inflación mediante una  inversión en innovación, desarrollo y producción de energías renovables, que consistirá en una reducción de impuestos en toda la cadena de valor de las tecnologías renovables. Con este plan, Estados Unidos pretende liderar a nivel mundial la transición energética hacia el uso intensivo de energías renovables, en especial las tecnologías asociadas a la producción de hidrógeno limpio (clean hydrogen) renovable y/o bajo en emisiones, además de “obtener una industria nacional propulsada por energías renovables nacionales” (Presidente estadounidense Joe Biden).

Esta inversión por parte del gobierno estadounidense rivaliza con los planes europeos, en los que pretendía liderar la transición energética a través de una inversión de entre 186 y 470 mil millones de euros en diferentes  fondos, como Social Climate Fund, Green Deal Industrial Plan y el Recovery and Resilience Facility, que forma parte delNextGenEU. La inversión americana cuenta con una filosofía distinta de ejecución, en la que prefieren el desarrollo independiente de distintos valles cada uno con unos objetivos distintos, contrastando con la política europea, en la que todos los países miembros se mueven de manera simultánea hacia el mismo objetivo.

Hidrógeno limpio (EEUU) vs Hidrógeno renovable (EU)

Los planes de ayuda descritos tienen como objetivo apoyar la producción y el uso de un hidrógeno que represente un impacto ambiental positivo (i.e. reducción de emisiones). Para ello, en cada caso se definen las características que ha de cumplir dicho hidrógeno.

En el caso de la Unión Europea, la Renewable Energy Directive (RED) requiere una reducción del 70% de emisiones de gases de efecto invernadero para los combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO). En el caso particular del hidrógeno, el requisito es el de unas emisiones por debajo de los 3 kg CO2/kg H2, como se indica en la EU taxonomy.

Además, el acto delegado de los RFNBO, que forma parte de la Renewable Energy Directive, establece las condiciones que ha de cumplir la electricidad usada para producir hidrógeno (a través de electrólisis) para que éste alcance la consideración de hidrógeno renovable y, por lo tanto, se pueda beneficiar de las ayudas existentes. Éstas incluyen conceptos de adicionalidad y de correlación geográfica y temporal entre generación de electricidad y producción de hidrógeno. Además, permite que el origen de la electricidad no sea 100% renovable y tenga asociada un número.

En el otro lado del Atlántico, la Inflation Reduction Act define como hidrógeno limpio (clean hydrogen) aquel con emisiones por debajo de los 4 kg CO2/kg H2. Además, establece una serie de umbrales de emisiones que definen la  reducción de impuestos que recibe el hidrógeno producido. Para hidrógeno con emisiones por debajo de 0.45 kg CO2/kg H2 se consigue el máximo de reducción (0.6 $/kg H2). Entre 0.45-1.5 kg CO2/kg H2 se consigue 0.2 $/kg H2. 0.15 $/kg para el rango 1.5-2.5 kg CO2/kg H2, y 0.12 $/kg H2 si las emisiones del hidrógeno se sitúan entre 2.5 y 4 kg CO2/kg H2.

Por lo tanto, en una primera aproximación se puede concluir que en EEUU un hidrógeno con emisiones entre 3 y 4 kg CO2/kg H2 puede recibir ayuda gubernamental, mientras que en la UE dicho hidrógeno no recibiría la consideración de renovable, por lo que estaría exento de cualquier tipo de ayuda. Sin embargo, habría que analizar con detalle las metodologías de cálculo de emisiones en ambos sistemas para poder compararlos con exactitud. En el caso de la UE, la metodología de cálculo queda definida en el segundo acto delegado de la RED, mientras que en el caso de los EEUU, el cálculo se basa en el ‘GREET model’ desarrollado por el  Argonne National Laboratory.

Basado en el contenido de la RED, se podría deducir que en la UE solo el hidrógeno electrolítico sería considerado para recibir ayudas. Sin embargo, la EU taxonomy, que identifica qué hidrógeno es susceptible de recibir ayuda en la UE, no ofrece ninguna limitación respecto al modo de producción de dicho hidrógeno, solo respecto a su nivel de emisiones.

Hubs estadounidenses

Se entiende como hub o valle de hidrógeno un programa de innovación abierta dirigido a empresas, investigadores y emprendedores, para que formulen soluciones tecnológicas a partir de retos planteados por el sector. Esta iniciativa constituye un ecosistema industrial completo, abarcando toda la cadena de valor del hidrógeno (producción, transporte, distribución y financiación).

En EE.UU., en el marco del proyecto H2Hubs se impulsarán siete valles (Hubs) regionales de hidrógeno limpio a lo largo de la geografía del país, con el objetivo de crear un catalizador para la red nacional de producción, consumo, almacenamiento, distribución y uso final de hidrógeno renovable, al igual que, la generación de empleos de calidad asociados a energías renovables. La financiación del H2Hubs pretende la producción colectiva anual de 3 millones de toneladas métrica de hidrógeno, constituyendo un tercio del objetivo esperado de producción para el año 2030, así como, la disminución de emisiones de los sectores de difícil descarbonización, que representan un 30% de las emisiones de carbono totales del país. Combinando todos los Hubs se reducirán 25 megatoneladas de CO2 al año, o lo que serían las emisiones anuales derivadas de 5.5 millones de coches de gasolina.

Los distintos Hubs impulsados por la administración del gobierno estadounidense podemos verlos en la siguiente imagen, si bien veremos una breve descripción de cada uno de ellos a continuación.

Appalachian Regional Clean Hydrogen Hub (ARCH2)

Este hub, ubicado en los estados de Virginia Occidental, Ohio y Pensilvania, recibirá un total de 925 millones de dólares (870 millones de euros).

Nace con el objetivo de aprovechar el amplio acceso a gas natural de la región, para la producción de hidrógeno renovable, barato y bajo de emisiones mediante el almacenamiento permanente de las emisiones de carbono asociadas. A través de la producción de hidrógeno barato, se pretende, debido a la posición estratégica, desarrollar hidrogenoductos, estaciones de repostaje de hidrógeno que deriven en la caída de costes en la distribución y almacenamiento del hidrógeno. Otra de las esperanzas puestas en el proyecto es reducir las emisiones de CO2 en 9 millones de toneladas métricas por año, mejorando así la calidad de un aire hasta ahora sobrecargado de emisiones y contaminación.

California Hydrogen Hub; Alliance for Renewable Clean Hydrogen Energy Systems (ARCHES)

Este hub, ubicado en el estado de California, recibirá un total de 1.2 mil millones de dólares (1.13 mil millones de euros).

La filosofía de este hub se basa en la producción de hidrógeno limpio mediante el uso exclusivo de fuentes de energía renovables, principalmente recursos energético solar, debido a las condiciones geográficas de California y de biomasa, además de preparar el puerto californiano para la exportación por vía marítima del hidrógeno producido. Plantea una descarbonización del transporte en todos los niveles en el Estado de California, desde el transporte público a los vehículos pesados de operación en los puertos, reduciendo así las emisiones en 2 millones de toneladas métricas al año. Este desarrollo en los vehículos basados en pila de combustible supondrá un avance para la futura conexión de hub californiano con el del Noroeste del Pacífico.

Gulf Coast Hydrogen Hub; HyVelocity H2Hub

Este hub, ubicado en el estado de Texas, recibirá un total de 1.2 mil millones de dólares (1.13 mil millones de euros).

Los esfuerzos del Hub se centrarán en la región de Houston y la zona costera del Estado. Se impulsará la producción de hidrógeno renovable a gran escala mediante el uso de tecnologías basadas en gas natural y su posterior captura de carbono, y la electrólisis con alimentación de energías renovables, aprovechando así la abundancia de recursos tanto renovables como de gas natural, para disminuir el coste final del hidrógeno, así como la emisión de 7 millones de toneladas métricas al año. Los usos finales del hidrógeno producido serán procesos industriales, amoniaco, refinerías, usos petroquímicos y como combustible para el sector naval (e-Metanol) y automovilístico (pilas de combustible). 

Para conseguir los objetivos de reducción de precios asociados al almacenaje se planea desarrollar depósitos utilizando cavernas de sal, un amplio acceso a hidrogenoductos y múltiples estaciones de repostaje de hidrógeno.

Heartlan Hydrogen Hub (HH2H)

Este hub, ubicado en los estados de Minnesota, Dakota del Norte y Dakota del Sur, recibirá un total de 925 millones de dólares (870 millones de euros).

A través de los abundantes recursos energéticos de la región, el Hub pretende descarbonizar la producción de fertilizantes en el sector agrícola mediante la disminución del precio del hidrógeno renovable usado en todos los procesos de producción de nitrato de amonio, reduciendo las emisiones generadas en 1 millón de toneladas métricas. Estas medidas pueden ser replicadas en otras partes del país, en el que el sector agrícola tenga un peso importante en la economía de la región.

HH2H propone el uso del hidrógeno verde en la generación eléctrica para empresas de servicios públicos de manera que pueda actuar como catalizador en el resto del país. Además de usar un acceso libre a las infraestructuras de almacenamiento y conexión, para la creación de una red accesible para futuros y actuales usuarios.

Mid-Atlantic Clean Hydrogen Hub (MACH2)

Este hub, ubicado en los estados de Pensilvania, Delaware y Nueva Jersey, recibirá un total de 750 millones de dólares (705 millones de euros).

Se encargará de la descarbonización mediante el uso de hidrógeno, además de readaptar las antiguas y actuales infraestructuras de refinerías para la utilización del hidrógeno renovable en las mismas. La producción de hidrógeno renovable estará basada en tecnologías innovadoras de electrolización alimentadas por centrales nucleares y renovables. Además, de desarrollar infraestructuras de distribución como estaciones de repostaje de hidrógeno que, junto con los avances en el desarrollo de la producción, incurrirán en la disminución del precio del hidrógeno.

Tiene como objetivo expandir las aplicaciones del hidrógeno desde el transporte pesado a la fabricación, mejora de proceso industriales, en producción de calor y electricidad, reduciendo así las emisiones en 1 millón de toneladas métricas anuales.

Midwest Alliance for Clean Hydrogen (MachH2)

Este hub, ubicado en los estados de Illinois, Indiana y Michigan, con potencial a expandirse a más estados, recibirá un total de mil millones de dólares (940 millones de euros).

Se encuentra inmerso en un corredor clave para EE. UU. a nivel industrial y de transporte, donde la descarbonización a través de hidrógeno verde supondría la reducción de 3.9 millones de toneladas métricas de emisiones de CO2 asociadas a sectores como la siderurgia, producción de cristales, generación eléctrica, refinería, transportes pesados y combustible de aviación. Planean la producción de hidrógeno renovable gracias a la diversa y abundante oferta energética de la zona, en las que se incluyen el gas natural, la energía nuclear, así como energías renovables.

Pacific Northwest Hydrogen Hub (PNWH2 Hub)

Este hub, ubicado en los estados de Washington, Oregón y Montana, recibirá un total de mil millones de dólares (940 millones de euros).

Pretende una producción de hidrógeno exclusiva mediante tecnologías de electrólisis alimentada por la abundante cantidad de recursos renovables en la zona. Esta inversión total en la tecnología de electrolización espera tener un rol clave en la disminución del coste de los electrolizadores, haciendo de está más accesible para los productores y por consiguiente reduciendo el coste de la producción de hidrógeno. Los planes del Hub para la descarbonización de transporte pesado, usando pilas de combustibles, será llevado a cabo en colaboración paralela con el California Hydrogen Hub, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en 1.7 millones de toneladas métricas anuales, así como las emisiones de NOx asociadas principalmente al transporte pesado alimentado por gasoil.

Otro de los objetivos es la conexión de los Hubs de la costa oeste del país, mediante la creación de una red de estaciones de repostaje de hidrógeno que permitan la expansión del transporte pesado de forma renovable.

A modo de resumen:

Políticas Europeas de ayuda al hidrógeno

La estrategia de hidrógeno de la UE y el plan REPowerEU han puesto en marcha un marco integral para apoyar la adopción de hidrógeno renovable y con bajas emisiones de carbono que permita ayudar a descarbonizar la UE de una manera competitiva, reduciendo además su dependencia de los combustibles fósiles importados.

La estrategia de la UE sobre el hidrógeno se adoptó en 2020 y señala cinco áreas de acción: apoyo a la inversión, apoyar la producción y la demanda, crear un mercado y una infraestructura de hidrógeno, investigación y cooperación, y cooperación internacional.

Posteriormente, el plan Fit-for-55 (julio de 2021) presentó una serie de propuestas legislativas que traducen la estrategia europea del hidrógeno en un marco político europeo concreto. Esto incluye propuestas para establecer objetivos para la adopción de hidrógeno renovable en la industria y el transporte de aquí a 2030. También incluye un plan para el desarrollo de un mercado del hidrógeno y el gas descarbonizado, que presenta propuestas para apoyar la creación de una infraestructura óptima y dedicada al hidrógeno, así como un mercado del hidrógeno eficiente.

Por otra parte, el plan REPowerEU (Mayo 2022) estima una producción doméstica de 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable, más otros 10 millones de toneladas a importar desde fuera de Europa, incrementado lo inicialmente estimado en el plan Fit-for-55 (5.6 millones de toneladas). Para alcanzar esas cifras, se estiman unas necesidades totales de inversión de 335-471 mil millones de euros, incluidos 200-300 mil millones de euros necesarios para la producción adicional de energía renovable.

Aunque se espera que la gran mayoría de esta cantidad venga de financiación privada, la financiación pública (a través de los instrumentos financieros de la UE y las ayudas estatales) ha de desempeñar un papel importante a la hora de impulsar dicha iniciativa privada, especialmente en las fases más tempranas del desarrollo de un mercado del hidrógeno.

Además, el plan de recuperación NextGenerationEU permite a los países de la UE invertir en proyectos de hidrógeno en toda la cadena de valor. También se ha proporcionado apoyo a la inversión a través de Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI en su acrónimo en inglés) sobre hidrógeno.

El primer IPCEI, denominado «IPCEI Hy2Tech», que incluye 41 proyectos y fue aprobado en julio de 2022, tiene como objetivo desarrollar tecnologías innovadoras para la cadena de valor del hidrógeno para descarbonizar los procesos industriales y el sector de la movilidad, con foco en los usuarios finales. En septiembre de 2022, la Comisión aprobó «IPCEI Hy2Use», que complementa IPCEI Hy2Tech y que apoyará la construcción de infraestructuras relacionadas con el hidrógeno y el desarrollo de tecnologías innovadoras y más sostenibles para la integración del hidrógeno en el sector industrial. Por último, en noviembre de 2021 se creó la Clean Hydrogen Partnership (que reemplaza a FCH 2 JU) para apoyar la investigación y la innovación en el ecosistema del hidrógeno. Esta agencia recibirá un total de mil millones de euros de la Unión Europea para el periodo 2021-2027, que ha de ser complementada con una cantidad similar de inversión privada.

El plan RepowerEU también incluye un concepto de “acelerador de hidrógeno” para ampliar el despliegue de hidrógeno renovable, lo que contribuirá a acelerar la transición energética y descarbonizar el sistema energético de la UE. Entre estos aceleradores se encuentra el Banco Europeo del Hidrógeno (para más información Banco Europeo del Hidrógeno: Lanzamiento próximo y sistemas de subastas | SynerHy ). Esta entidad apoyará la producción de hidrógeno mediante el pago de un precio fijo por kg de hidrógeno producido (de manera similar a la IRA estadounidense) durante un máximo de 10 años de funcionamiento. Actualmente se están diseñando las primeras subastas piloto que se lanzarán en otoño de 2023 y estarán respaldadas por 800 millones de euros del Fondo de Innovación.

Además, la Comisión Europea ha puesto en marcha la Alianza Europea por un Hidrógeno Limpio para apoyar estas inversiones y la implantación de un ecosistema de hidrógeno en su conjunto. El principal objetivo de la Alianza es el de identificar y crear una cartera clara de proyectos de inversión viables, tanto públicos como privados. A su vez, la Alianza facilitará simultáneamente la cooperación en una serie de grandes proyectos de inversión relacionados con la cadena de valor del hidrógeno renovable, incluidos los proyectos PIICE (Foro Estratégico para Proyectos Importantes de Interés Común Europeo).

Otra iniciativa lanzada en el marco del apoyo al desarrollo de las tecnologías de hidrógeno y su implementación es la Hydrogen Energy Network (HyENet),  que es una plataforma formada por los representantes de los ministerios de energía de los países de la UE para compartir información sobre buenas prácticas, experiencias y los últimos avances en hidrógeno, y para trabajar conjuntamente en temas específicos.

Todas estas iniciativas lanzadas por la Comisión Europea tienen como fin:

  • Fomentar la demanda y crear un mercado europeo del hidrógeno; así como un rápido despliegue de la infraestructura del hidrógeno.
  • Disminución de los costes de la tecnología de producción y distribución del hidrógeno renovable llegando así a una reducción de los costes de suministro y del producto final, demostrando así una competitividad de costes con los combustibles fósiles, que actualmente cuentan con unos precios más asequibles.
  • La eliminación gradual del hidrógeno de origen fósil lo antes posible.
  • Certificar el origen renovable de tanto del hidrógeno producido en la Unión como del importado, incluyendo la producción y el transporte para reducir al máximo las emisiones de carbono.
  • Evaluar la posibilidad de reutilizar los gasoductos existentes para el transporte y almacenamiento subterráneo de hidrógeno.

Desde Bruselas se destinarán entorno a un total de 390 mil millones de EUR hasta el año 2030 para impulsar el desarrollo de los objetivos previamente citados. El desglose de esta inversión se realizará en función de los distintos elementos relacionados con la cadena de valor del hidrógeno. Gran parte de la inversión, unos 280 mil millones de EUR serán destinados a ampliar la potencia renovable usada en la generación de hidrógeno verde por medio de electrólisis, otra de las grandes inversiones, 65 mil millones de EUR, será implementada en el desarrollo y construcción de infraestructuras relacionadas con el transporte, distribución y almacenamiento de hidrógeno y en torno a  mil millones de EUR serán destinados a la creación de 400 estaciones de repostaje de hidrógeno, cuadruplicando así las ya existentes, pudiéndose plantear el abastecimiento de las mismas mediante electrolizadores locales y regionales cercanos a las estaciones.

Para el desarrollo de las distintas tecnologías de electrolización, con mayor o menor grado de madurez tecnológica (Alcalina, PEM, AEM, SOEL), se invertirán 33 mil millones de EUR. Por otra parte, se destinarán unos 11 mil millones de EUR para el desarrollo de tecnologías relacionadas con hidrógeno bajo en emisiones (almacenamiento y captura de carbono), pero con el objetivo final de poder implementar el hidrógeno 100% renovable en las infraestructuras derivadas de los proyectos financiados.

Red Europea de tuberías para el transporte de hidrógeno. European Hydrogen Backbone

Uno de los retos de mayor envergadura a realizar por la UE es la implementación de una red de tuberías para el transporte de hidrógeno que permita conectar puntos de producción y consumo a lo largo y ancho de toda la Unión Europea, incluyendo el Reino Unido.

La iniciativa European Hydrogen Backbone (EHB) está formada por un grupo de treinta y tres operadores de infraestructura energética y tiene como objetivo la definición de una infraestructura de transporte de hidrógeno, basada tanto en nuevos gasoductos como en la adaptación de parte de la infraestructura existente para el transporte de gas natural.

En su análisis de las capacidades de esta infraestructura para acomodar la producción y demanda requerida por las políticas europeas, la iniciativa EHB estima que para 2040 se tendría una red de suministro de hidrógeno con una longitud de unos 53.000 km, basada principalmente en la adaptación de infraestructura existente. Esto abarataría los costes de dicha infraestructura y a la vez permitiría seguir amortizando una infraestructura cuyo uso debería disminuir acorde a la disminución del consumo de gas natural, en línea con los objetivos de descarbonización.

En este mismo análisis, la EHB estima que el coste de inversión estaría en el rango de los 80-143 mil millones de euros. Esta estimación incluye también el uso de tuberías submarinas que unan a los países con centros energéticos off-shore y regiones potenciales exportadoras situadas en la periferia de Europa.

El transporte de hidrógeno por tuberías representa una gran inversión. Sin embargo, es la opción más económica cuando se requiere transportar grandes cantidades y además conectar muchos puntos de producción y suministro. De acuerdo a la EHB, el transporte de hidrógeno costaría de media entre 0,11 y 0,21 euros por kg de hidrógeno y por 1000 km de distancia. En el caso de que el hidrógeno se transporte exclusivamente a través de tuberías submarinas, el coste sería entre 0,17 y 0,32 euros por kg de hidrógeno y por cada 1.000 km transportados.

Proyectos como el H2MED, son el punto de partida para la creación de esta red de transporte de hidrógeno por tuberías. Este proyecto tiene como principal objetivo conectar zonas con potencial de producir hidrógeno renovable a bajo coste (España o Portugal) con países con alta demanda debido a su amplio sector industrial (Alemania o Francia).

Conclusiones

Tanto la Unión Europea como los EEUU están implementando políticas que favorezcan la producción de hidrógeno, así como la integración del mismo en los distintos sectores de la sociedad (industrial, transporte, residencial…). El cambio a un gobierno demócrata en los EEUU ha supuesto una apuesta muy importante por parte de este país para tratar de convertirse en líder mundial de la transición energética (con el permiso de China).

Esta reciente apuesta de EEUU en la lucha por el liderazgo de la transición energética supone un golpe en los planes y políticas llevadas a cabo por la Unión Europea. En un sector tan específico como es el hidrógeno renovable, Europa y los Estados Unidos tendrán que repartirse los múltiples inversores dispuestos a innovar, desarrollar y emprender en proyectos de la cadena de valor del hidrógeno.

Aunque el presupuesto de los planes de inversión sean de una escala similar, la disparidad de criterios entre EEUU y la UE a la hora de identificar qué hidrógeno es susceptible de recibir ayudas sugiere que la UE partiría en desventaja al tener EEUU un mayor número de alternativas para la producción de hidrógeno.

Sin embargo, el hecho de que probablemente la inmensa mayoría del hidrógeno sea para consumo interno, tanto en el caso de EEUU como en el de la UE, reduce el impacto de esa ventaja en conseguir mayores cantidades de hidrógeno a un precio menor. Es más, el tener umbrales de emisiones más restrictivos en Europa que en EEUU hace que todo el hidrógeno renovable europeo pueda ser aceptado como hidrógeno limpio en EEUU, pero no todo el hidrógeno limpio estadounidense sería considerado renovable en Europa. En este respecto, es importante recalcar la importancia del análisis de las metodologías de cálculo de emisiones de carbono consideradas para poder comparar con exactitud los umbrales de emisiones considerados.

No hay que olvidar además que el principal motivo del uso del hidrógeno limpio o renovable no es el de ser una economía competitiva, sino el de alcanzar los objetivos de descarbonización. Por lo tanto, habría que analizar con detalle si fomentar la producción de hidrógeno con emisiones entre 3 y 4 kg de CO2/ kg H2 realmente ayudaría a alcanzar dichos objetivos en el tiempo y forma requeridos.

Por otra parte, el hecho de que el modelo estadounidense permita fomentar más tecnologías de producción de hidrógeno, les otorga una ventaja a la hora de desarrollar dichas tecnologías. Esto se traduciría en una mayor innovación que les permitiría generar una excelencia tecnológica clave a la hora de exportar tecnologías de producción de hidrógeno.

Estados Unidos se ha centrado en la creación de los distintos Hubs independientes, aprovechando las características de energía aprovechable y las posibles necesidades del producto final en la región de cada uno de los Hubs. En Europa existen proyectos similares (valles de Hidrógeno) pero de menor escala a día de hoy (proyecto HEAVENN en los Países Bajos, por ejemplo).

Las diferentes características geográficas, de recursos naturales y políticas entre EEUU y la UE, hacen que sus estrategias de apoyo al desarrollo de la producción de hidrógeno difieran. Por ejemplo, debido a la escasez de combustibles fósiles en territorio europeo, la producción de hidrógeno a partir de gas natural (con captura de CO2) no está especialmente fomentada. Sin embargo, en la estrategia estadounidense esta forma de producción de hidrógeno recibe muchos apoyos, ya que les permite usar un recurso abundante para ellos y además les permite seguir manteniendo puestos de trabajos en el sector gasista, que se podría ver muy afectado por los objetivos de descarbonización.

Por otra parte, el hecho de que la UE sea un conjunto de países dificulta la implementación de estrategias basadas en la reducción de impuestos, como sucede con la IRA de EEUU, ya que son los estados miembros de la UE, y no la propia UE, los que tienen la soberanía para decidir cómo gestionar su sistema impositivo (dentro de unos márgenes). Además, los intereses de los estados miembros pueden estar enfrentados entre sí, lo que dificulta alcanzar acuerdos a la hora de definir la mejor estrategia. Por ejemplo, ha habido bastante debate interno dentro de la UE para aceptar hidrógeno renovable aquel producido a partir de energía nuclear. Mientras que Francia, cuyo sistema eléctrico se basa en su mayor parte en energía nuclear, estaba a favor de dicho reconocimiento, países como Alemania, con gran historial antinuclear, se opusieron fuertemente a dicha consideración.

Aunque algunas estrategias de la UE a la hora de apoyar la producción de hidrógeno renovable pueden ser muy globales, no considerando la idiosincrasia y potencial de cada estado miembro, si es verdad que la UE también permite cierto grado de libertad a los estados miembros a la hora de financiar sus proyectos de hidrógeno (a través del programa NextGenEU, por ejemplo).

Dadas las diferentes características entre EEUU y la UE es difícil indicar qué estrategias son las mas inteligentes a la hora de promover la producción de hidrógeno barato y la innovación en las tecnologías de hidrógeno. Solo el tiempo nos dará esa respuesta, siempre y cuando un cambio de gobierno no suponga un cambio en el apoyo a estas tecnologías. En ese sentido, dado que los valores y principios de la UE han sido más estables a lo largo de los últimos años y considerando el nivel de polarización en la política estadounidense, EEUU estaría más expuesto a un giro de timón, haciendo que esas estrategias puestas en pie no se ejecutaran como están diseñadas a día de hoy.

Mientras tanto, China se frota las manos, consciente de ser el mayor proveedor de materias primas y componentes necesarios para la transición energética.